Desde que el Imperio Panista se apoderó del municipio de San Miguel de Allende, éste a estado sufriendo las consecuencias, y por consiguiente, los ciudadanos que lo habitan más. Así fueron las expresiones de tres conocidos comerciantes sanmiguelenses luego de que se terminaron las vacaciones de la Semana Mayor.
Más que nada, culpan a funcionarios sin escrúpulos que se han asentado en las administraciones panistas a partir del triunfo del extinto Salvador García González, hace más de 18 años y del que los contribuyentes pensaron que sería el Cid Campeador que limpiaría los presuntos errores de ex alcaldes y en los que él mismo cayó al admitir gente nefasta en las dos gestiones que tuvo la suerte de que los ciudadanos confiaran en él.
Sintetizando los comentarios de los sanmiguelenses, dado que hay tanto que escribir de las acciones y quejas referentes a las administraciones panistas, sin exceptuar las priístas, hablan de la destrucción que poco a poco se ha hecho del verdadero San Miguel, aquel que fuera en realidad una Joya Colonial y que ahora sin respetar su antigua estructura, por intereses personales lo han convertido en un mosaico de pisos y destruido la verdadera imagen que los ancestros dejaron.
El Arquitecto Canela, al igual que muchos, y que maneja algunas tiendas de artesanías, señala amargamente las acciones de algunos elementos de Tránsito Municipal, que ante la protección de sus jefes o de los ediles, se han dedicado a extorsionar al turismo provocando con ello que los visitantes se conviertan en malos Embajadores diciendo a sus amigos o familiares, no vayan a San Miguel, allí las servidores públicos solo se dedican a “mordernos”.
Coinciden en la apreciación de las malas administraciones, el conocido comerciante Jesús García González, quien al parecer por su inconformidad con la forma de actuar de los panistas, se dio de baja en el mencionado partido y apoyó entusiastamente la candidatura de la actual alcaldesa Lucy Nuñez de Zavala, creyendo que sería la redentora de San Miguel, y de la que se encuentra sumamente desilusionado , y aduciendo que de todo lo prometido en su campaña, nada de ello cumple hasta el momento, todo con el pretexto que no hay dinero y que se tiene que recaudar.
Alberto Murillo, más conocido como “el Beto” comerciante en refacciones usadas, al igual que muchos también, manifiesta que infinidad de sus clientes se quejan amargamente de los elementos de Tránsito Municipal, de los que señalan que en grupos se dedican a estafar a conductores de camionetas de las comunidades, sobre todo de origen extranjero y de los motociclistas no se diga.
Con todo esto, coinciden los quejosos, a donde irá a parar San Miguel, dado que los panistas autorizaron asentamiento de grandes empresas comerciales que están acabando con los comercios chicos, prueba de ello es la gran cantidad de locales en renta que hay en la ciudad, cuando antes era muy difícil encontrar un lugar para establecerse.
Con la restricción de los estacionamientos en las arterias, aducen, obligan a visitantes y locales a estacionar sus vehículos en El Cardo, y cuando detectan una unidad en el centro, aunque estén solamente unos centímetros fuera de límite, infracción inmediata ya que parece que solamente eso están vigilando para perjudicar al turismo que cada día es más escaso en la ciudad.
Opinan que es urgente una LIMPIA en el departamento de “Transporte y Vialidad” en donde las autoridades deben poner su atención, sobre todo el Director Adolfo Cervantes, que recibió una plantilla casi completa de elementos corruptos y a la que se han sumado otros, y que si alguien lo duda, que investigue como viven, en medio de lujos que no corresponden a los salarios que reciben, además del NEPOTISMO que allí existe también.
Como prueba de lo señalado, mencionan que algunos elementos de vialidad, (que es lo que tienen que hacer y no abandonar sus esquinas para “morder”) cuando se les presenta un vehículo mal parado, primero le quitan la placa y se esperan a que llegue el conductor para hacer como que llenan la papeleta, y si el chofer o propietario no le llegan al precio, hasta entonces hacen la infracción diciendo que la multa será el triple de lo que piden.
Entrevistados al respecto algunos elementos, de los que por lógica no se asientan sus nombres, señalan que el SUBDIRECTOR de Tránsito y Vialidad, les pone una cuota obligatoria de infracciones (y quien sabe que más) diciéndoles que en San Miguel no hay contemplaciones, que sea quien sea, tiene que ser infraccionado. Con todo eso la pregunta es, ¿Qué futuro le espera a San Miguel?.